MIGRACIONES
Viene la vida y nos toma del pelo
Nos toma el pelo también
Se ríe de nosotros
Heme aquí regresando al hogar
como un cuerpo sin alma
El alma quedó atrás
en el pequeño país donde mi nombre
encuentra su resonancia
y soy yo misma
El amor, el mundo, nos desplaza
como aves migratorias
pero hay quienes llegan apacibles a sus nuevas residencias
a los estanques quietos y las frondas
y habemos otros que no podemos partir
que sólo nos movemos dentro de los ritos de viaje
y abordamos aviones o buses o automóviles,
mutilados, sintiendo que nos desgarramos
Las migraciones han poblado el mundo
de recuerdos perdidos, de personas a medias,
deslenguadas, condenadas al extrañamiento
Muy pronto yo estaré en el lugar donde mi presencia
forma el círculo que hace mi familia
Pero ni ellos, ni yo, nos tendremos plenamente
una geografía me separará de la única vida
donde me reconozco.